Es una obra de teatro escrita y dirigida por Carlos Andrés Soto Narváez, integrante del grupo Teatro Estudio. Esta propuesta pone en escena algunos de los conflictos que atraviesan las instituciones de nuestro país; lo hace a partir de la investigación del asesinato de una niña de seis años y siete meses encontrada en una bodega. Mientras la obra transcurre y los policías encargados de la investigación se involucran cada vez más en el caso, se hace manifiesta la crisis de esas instituciones: primordialmente la prensa y la policía, en la cuales, en conjunto con la política, han montado un engranaje de corrupción donde las principales víctimas somos los colombianos.
A medida que la obra transcurre toma un tono caricaturesco. Al exagerar ridículamente el papel de la prensa y de la institución policial, recrea esta crisis con un tono irónico y sarcástico, el cual no está muy lejos de representar la imagen que se ha ganado nuestro país, no solo internacionalmente sino internamente. Esta misma naturaleza caricaturesca se manifiesta en los personajes, en los momentos en los cuales se desdibuja el profesionalismo de su oficio y se llega a la torpeza.