Escrito por: Felipe Castaño
Nuevamente salimos con Los polis o ¿Quién mató a María? y por fin la pudimos presentar en Acordes, digo por fin porque desde hacía mucho tiempo teníamos esta función pendiente puesto que el espacio cuenta con bar y como parte de esta obra transcurre en uno, lo pensamos como espacio ideal, pero por razones que se me escapan siempre se postergaba la funció; además Coqui –no sé cual es el nombre de pila– estuvo en uno de los ensayos cuando la estábamos montando, hace ya como tres años.
Acordes es uno de los grupos con el que tenemos mayor cercanía, el vínculo es muy fuerte y el cariño mutuo lo que facilita mucho el trabajo. Ellos cambiaron de sede hace alrededor de dos años, por lo que para mí era un espacio nuevo. La primera obra que presentamos en la sede antigua fue El Monte Calvo, y es la que recuerdo, sin embargo El Notiserio y Cuatro cuentos cortos para tres tristes tigres ya se han presentado en la sede actual por lo que Santiago, Carlos, Elkin y Sebastián -que está en los cuentos- ya la conocían. Los polis es la segunda obra del grupo en orden cronológico y tiene menos salidas que Cuatro cuentos cortos para tres tristes tigres que es la tercera y que El Notiserio que es la cuarta, -pero volvamos al bar-.
Conservando la idea inicial del bar, la función se realizó integrando algunas acciones que le dieron coherencia y cierta dosis de realismo a esta obra que de por sí ya tiene esta cualidad por la trama, por la dramaturgia y por la puesta en escena. Por ejemplo, cuando en la obra se pide el martini se pudo hacer directamente en la barra y, con previo aviso claro está, la bartender hizo lo suyo sumando un coctel real a la representación. Otro cambio que tuvo esa función, fue el hecho de que el mesero –actuado por Carlos– estaba sentado en el público y según sus palabras, por fin pudo verlos como espectador-actor pues siempre estaba tras escena cuando no intervenía. Fabián –interpretado por Elkin– salió desde la cocina y Alexis –personaje de Santiago– fue el único que inició en el escenario, llevándolo consigo al bar. Fue una transformación del lugar, de la obra, de los elementos.
Para cerrar quisiera dejar una inquietud que hablamos cuando ya nos estábamos devolviendo y tiene que ver con una extraña nostalgia que viene rondando a la Corporación Acordes y que tal vez tenga que ver con la soledad que trajo el cambio de espacio o con cualquier otro motivo; nosotros simplemente especulamos y en nuestra especulación concluimos que debemos apoyar a nuestros amigos porque ellos siempre han estado para nosotros y nos han prestado su espacio para mostrar nuestro trabajo. Estamos con ellos.
Felipe Castaño, 3 de Agosto de 2023